Arte como terapia


Informe sobre el uso de las ayudas facilitadas por la Fundación PPO
(enero de 2021)

"El arte nos permite encontrarnos y perdernos al mismo tiempo". -- Thomas Merton


Antecedentes de la subvención
La ONG israelí Hut HaMeshulash, con sede en Jerusalén pero al servicio de las necesidades nacionales, ofrece asistencia práctica, emocional, profesional y residencial a adolescentes y jóvenes adultos de alto riesgo (entre 14 y 25 años), incluidos los que han abandonado los estudios secundarios, los sin techo, los adictos a las drogas y el alcohol, los jóvenes que pueden haber recurrido a la delincuencia y la prostitución para mantenerse, las víctimas de abusos y otros. Lo que comenzó en 1999 como un modesto esfuerzo de base para satisfacer las necesidades básicas, llevó a la creación de una organización multisede con la infraestructura necesaria para ofrecer asistencia vital a más de 900 personas al año, alterando positivamente la trayectoria descendente de sus vidas.
 
Hut HaMeshulash es experta en identificar nuevas formas de llegar a los mundos, a veces ocultos, de los jóvenes a nuestro cuidado.
jóvenes a nuestro cuidado. El arte como terapia, en colaboración con la Academia Bezalel de Arte y Diseño, nos permite ofrecer una serie de clases de arte a jóvenes de alto riesgo. La iniciativa introduce al joven en la historia del arte así como en los elementos básicos del arte (color, línea, forma y textura) y enseña una variedad de técnicas como dibujo, pintura, grabado, mosaicos, etc.  En 2020, un año difícil debido a la pandemia, la Fundación PPO ayudó a Hut HaMeshulash a facilitar el programa con una generosa subvención de 11.850 euros.  A continuación se presenta un informe sobre el uso de dicha subvención.


El proyecto
Objetivos: El arte como terapia es fundamental para el enfoque holístico de Hut HaMeshulash de ayudar a los jóvenes a pasar de la oscuridad a la luz. La iniciativa pretende introducir a los jóvenes en la historia del arte, así como en los elementos básicos del arte (color, línea, forma y textura), y enseña una serie de técnicas como el dibujo, la pintura, la estampación, los mosaicos, etc. Nuestro objetivo al principio de la subvención era impartir clases de arte dos veces por semana a entre 8 y 15 adolescentes de alto riesgo, objetivo que se modificó un poco debido a la pandemia. Los objetivos esbozados en nuestra solicitud eran ayudar al individuo a:

- Crear arte para el disfrute personal
- Procesar y expresar emociones difíciles de alcanzar
- Desarrollar la autoconciencia, fomentar la autoexpresión y aumentar la autoestima.
- Conciliar conflictos
- Gestionar el estrés y la ansiedad
- Conectar con los demás y ofrecer una alternativa a la vida en la calle
 
Aunque la arteterapia puede ser una excelente forma de tratamiento para quienes tienen experiencia artística, también suele ser terapéuticamente beneficiosa para quienes nunca han explorado su faceta artística. Hut HaMeshulash invita a participar a todos los que puedan encontrarlo útil.  Como todos los programas de Hut HaMeshulash, Arte como Terapia incluye un fuerte componente de trabajo social.

Resultados:
- Una media de 8-10 jóvenes (17-25) participaron dos veces por semana con un total de 80 participantes a lo largo del año.
- Cada clase duró 2 horas.
- Se crearon obras de arte de distintas disciplinas, como dibujo, pintura y escultura.
- Las clases se centraron en la técnica y la historia del arte
- Los cursos estaban dirigidos por dos profesionales y una rotación de cinco estudiantes de arte matriculados en la prestigiosa Academia Bezalel de Arte y Diseño
- Todos los participantes se mostraron satisfechos con la experiencia participación regular, entusiasmo por el proyecto, comentarios individuales e informes del personal.  

Retos derivados de la pandemia y valor creado gracias a ella
La pandemia no tardó en revelar los retos subyacentes a los que se enfrentaban los jóvenes en situación de alto riesgo, muchos de los cuales optaron por huir de sus hogares al considerar que refugiarse en ellos era más peligroso que vivir en la calle. De hecho, la situación desencadenó un aumento inmediato y significativo de la demanda de servicios por parte de jóvenes que sufrían depresión, ansiedad y soledad; abusos sexuales y autolesiones; y hambre. Es especialmente destacable que, mientras otros programas de ayuda en persona se vieron obligados a cerrar durante la primera oleada de la pandemia, Hut HaMeshulash fue la única organización de Jerusalén autorizada a prestar asistencia en persona a jóvenes y adultos jóvenes en diversas situaciones de riesgo.
 
Durante el cierre, toda la programación musical quedó en suspenso mientras modificábamos las actividades de divulgación para atender mejor las profundas necesidades humanitarias derivadas de la pandemia. Cuando se levantó el cierre en junio, habíamos hecho los ajustes logísticos necesarios para volver a acoger con seguridad a los jóvenes en casi todos los programas de enriquecimiento, incluidas todas las actividades artísticas, que hoy se llevan a cabo en pequeñas cápsulas de no más de 10 personas a la vez. Y aunque la pandemia ha impedido nuestra capacidad de montar exposiciones este último año, hemos descubierto que nuestra programación es una vía productiva para aumentar la resiliencia, el compromiso y el pensamiento crítico.  

Gracias, PPO, por creer en el poder de este proyecto.